PARAMONGA-PERU: GLORIA ETERNA C. HUINCHA
HA MUERTO EL COMPAÑERO HUINCHA, ANTIGUO COMPAÑERO DE LUCHA Y QUE HASTA EL ULTIMO MOMENTO SIGUIO EN LA TRINCHERA DEL COMBATE CONTRA EL CONFUSIONISMO EN EL SENO DEL MOVIMIENTO SINDICAL Y APRISTA.
SEMBLANZA DE EULOGIO BUSTAMANTE HUINCHA
El pasado Miércoles 14 de Junio ha partido a las estrellas el c. Eulogio Bustamante Huincha, mas conocido por todos como el c. “Huincha”. A su entierro en Cerro Blanco y a su velorio en su morada del Pueblo Joven La Esperanza de Paramonga, han asistido apristas y comunistas, cristianos católicos, evangélicos, ateos y humanistas. Una semblanza ligera de él es obligatoria pues el c. Huincha como lo conocí fue un sencillo luchador social, de esos que necesita nuestro pueblo para conquistar el poder y no para acomodarse en él.
Es que el c. Huincha supo practicar lo que preconizaba: la revolución, de las conciencias y la revolución social.
El c. Huincha fue captado de muy mozo, cuando era aún escolar por la Ideología Aprista. Fue un asiduo concurrente de las tradicionales y místicas Romerías a la Cruz de Arévalo, cerca de la Playa Colorado en la Carretera Panamericana Norte cercana a Paramonga y a Huarmey. Allí conoció al patricio Victor Raúl Haya de la Torre y bebió directamente sus palabras, como muchos paramonguinos de su generación, no como otros que se proclaman apristas y ni siquiera conocen el Aprismo de Haya de la Torre.
Desde escolar, asistió devotamente a las reuniones del Club de Libro y Periodismo Abraham Valdelomar que fundaran junto con escolares el viejo maestro Oscar Aparcana- actualmente en Ica- y Segundo Cruzado Aguilar en el Colegio Miguel Grau de Paramonga y; sobre todo, asistió a las reuniones y capacitaciones políticas que se brindaban sobre Aprismo en el local aprista de José María Eguren, en el barrio de San Patricio, y en Barranca, Huacho, Lima, etc. Fue un preclaro dirigente de la Promoción Manuel Arévalo del Colegio Miguel Grau y estuvo también en las Bodas de Plata realizado en Octubre del 2003. (Ver foto: el c. Huincha está debajo del Nº 2, en la parte posterior de la foto). Una de sus aficiones fue el canto, que fue aprovechada por dichos maestros para tenerlo casi como un tenor de las canciones apristas. Le gustaban sobre todo Leo Dan- le cantó Mary es mi amor, a su joven esposa Mary-, los Iracundos, Los Golpes, Camilo Sesto, etc. Los alumnos de Huayto y del San Gerónimo supieron escuchar el repertorio romántico de las canciones que cantaba el c. Huincha.
Y cuando los jóvenes apristas quisieron embarcar al sindicalismo paramonguino en acatar los Paros Nacionales y otras tareas políticas lo hallabamos discutiendo con apoltronados dirigentes- apristas unos y clasistas otros- que negaban el concurso de las masas sindicales al proceso histórico-político que vivió el Perú a fines de la década de 1970 y principios de 1980.
En la aparición del fraccionalismo towsista de fines de la década de 1970 y principios de la década de 1980, el c. Huincha supo atrincherarse en la posición aprista que encarnaba el legendario Armando Villanueva. Situación que llegó hasta el enfrentamiento abierto, hasta con puño limpio. Y allí estuvo también el c. Huincha. Y cuando el parasitismo municipal se encaramó en la Municipalidad de Paramonga- controlada por el Apra entre 1981 a 1992, el c. Huincha supo ser un tenaz crítico. Critica que, sin embargo, no le impidió ser el representante de los Usuarios de la empresa Municipal EMSEMSA en 1992 durante la gestión del Alcalde Jaime López; cargo a donde llegó mediante elecciones.
Cuando el APRA de Alan García llega a Palacio de Gobierno en 1985-1990, obtuvo su modesto puesto de Auxiliar de Educación en el Colegio José Pardo y Barreda de Huayto, Pativilca, de donde no se movió hasta mediados de la década de 1990 donde acantonó en el Colegio San Gerónimo de Pativilca y donde laboró hasta su fallecimiento.
El c. Huincha durante el gobierno de Alan García pudo ascender a otros puestos mientras pululaban en altos puestos los alanistas y los arribistas que nunca faltan que ingresaban con carnet aprista para después del 1990, decir que nunca habían sido apristas. Pero nunca lo quiso, su espirítu de aprista verdadero, del aprismo de Haya de la Torre se lo impidió.
Fue esa misma fortaleza ideológica lo que le impidió participar como esquirol de la inservible burocracia aprista gobernante en el ahora negado ANTAE (Agrupación Nacional de Trabajadores Apristas en la Educación). El c. Huincha fue un consumado militante del SUTEP aunque los seudoclasistas que hasta hoy pululan en dicho gremio que se ufanan de que el Sindicato es un Frente Unico pero a la hora que un aprista ingresa a dirigirlo se rasgan las vestiduras. Por eso es que el c. Huincha estuvo en la Convención del SUTE PROVINCIAL BARRANCA del pasado 23 de Mayo, donde los maestros zanjaron con la corriente liquidadora y patronal de los José Ronceros, Leonardo Sánchez, Lidia Villarreal, Victoriano Escudero, etc. y respaldaron a Miguel Bendezú Giraldo, su Secretario General, legítimo dirigente elegido en elecciones universales del pasado 12 de Abril donde derrotó a la lista del autodenominado Frente Clasista Magisterial.
Los avatares de la vida hicieron que el c. Huincha contrajera la penosa enfermedad de la TBC. Pero ésta nunca lo doblegó. Hasta horas antes de su muerte y con su mal en ciernes que lo estrangulaba día a día, siempre estuvo donde las tareas políticas lo llamaban. Para las elecciones generales, en las dos vueltas lo vimos enarbolando las banderas rojas de la indoamericana para defender e impulsar a su candidato Alan García que se enfrentaba a un osado Ollanta Humala, cuyas huestes destruían la propaganda aprista y que el c. Huincha con sus antiguos camaradas como Gumi, Ojito, Benitez, el chato Marston, etc. recolocaban.
Tuvimos ocasión de discrepar muchas veces con el c. Huincha. Sindical, política, municipal e ideológicamente, siempre hubo discusiones pero si se trataba de coincidir en la defensa de los derechos del pueblo y contra las matanzas y genocidios que ocurrieron desde 1980 en el país allí estabamos juntos. Porque el c. Huincha siempre criticaba a quienes violentaban derechos fundamentales.
Asimismo, debo decir que le gustaba conocer de los escritos de la etapa de construcción del aprismo. Y aunque muchos decían que dichos escritos eran producto de la fiebre juvenil de Haya de la Torre, es menester reconocer que cuando el fundador del APRA lo escribió tenía ya 34 años. Y una de las cosas que recuerdo le gustó fue cuando le hice conocer esa Carta que Haya de la Torre dirigió a Eudocio Ravines, en ese entonces militante aprista, desde Berlín el 18 de Febrero de 1929 (Ver extractos del mismo lineas abajo). Le llamó la atención sobre todo el esclarecimiento de Haya de la Torre sobre el individualismo, la lucha de clases y el marxismo. Por eso es que el c. Huincha siempre decía que los militantes debían ser humildes y desprendidos pues Haya de la Torre lo demostró cuando abdicó de su jefatura en la etapa de construcción partidaria y se colocó como un soldado más del aprismo para evitar los fraccionalismos. Así se consolidó su condición de soldado del aprismo y del pueblo que lo tenía desde antes de conocer dicha Carta y otros escritos hayistas, por la práctica.
Pero su partida, si bien nos entristece no nos quita ánimos para seguir luchando por los derechos del pueblo y contra la opresión. Fue una de las cosas que hablamos últimamente, especialmente ese día 29 de Mayo, cuando pese a estar aquejado por su viejo mal, supo salir de su casa para transmitir un recado que desde Lima enviaba el autor de estas líneas al valeroso pueblo de Huayto, a través del Comité de Transportes Virgen del Rosario que cubre la ruta Paramonga-Huayto, que está ahora en pié de lucha por su electrificación negada desde hace 10 años por una explotadora empresa como es Agroindustrial Paramonga S.A. y que reedita su movilización del pasado 12 de Mayo por su agua potable. El c. Huincha, cuando le dije que había que llevar dicho recado, supo hacerlo sin escatimar ni pensar en su enfermedad, pues eran las últimas novedades para el pueblo de Huayto que el 30 de Mayo salió como un huracán en marcha popular hacia la Municipalidad de Pativilca.
Así de indoblegable era el c. Huincha.
Gloria Eterna c. Huincha.
CARTA DE VICTOR RAUL HAYA DE LA TORRE A EUDOCIO RAVINES DESDE BERLIN EN 1929
[...]
Mi palabra para todos es la palabra cordial y fraternal de invitación al trabajo en común. Ante todo la acción.
El Apra no podrá definirse totalmente y ponerse una etiqueta ideológica y trazar un panorama concreto y delineado del futuro como la Ciudad de Dios de S.. Agustin. Eso es tan absurdo y tan poético como todo lo que se pide a la imaginación. Por eso lo reclaman tanto los intelectuales para los que no hay sino una disyuntiva: o imitar o glosar o fantasear y novelizar.
La política revolucionaria es la aplicación de los grandes fundamentos científicos de la ciencia revolucionaria pero ignoramos el campo de aplicación de esa ciencia. Esa es la realidad que tenemos ante nosotros, el vasto campo inconocido sobre el que debemos actuar científicamente: investigando y experimentando, para establecer los postulados y principios que normen nuestra actividad futura.
Por eso el proceso del Apra es totalmente nuevo. Por eso todos los movimientos políticos anteriores que pretendieron trasplantar fácilmente la experiencia verificada en otros campos al nuestro, han fracasado y fracasarán. Porque al realizar el trasplante las condiciones objetivas del nuevo ambiente matan automáticamente el organismo que se pretende hacer revivir bajo una ley de intensidad diversa a la que dio origen al sistema que se importa.
Es claro que para el turista y para el poeta la visión superficial y panorámica del mundo no les permite percibir esas profundas variaciones de la intensidad que lo ritman en su tremenda variedad. El turista y el poeta pueden imaginar el Canal de Panamá cubiertos de nieve, o a los habitantes del polo con sombreros de Panamá. Para ellos sería una cosa divertida, que se pueda escribir en una novela. Los poetas antiimperialistas dicen en sus versos que “ Las escuadras latinoamericanas bombardearán Nueva York, etc.” Y aunque esto no sea imposible en el transcurso de las edades, para el realista, le interesa medir mas que la calidad de la imaginación, el complicado proceso histórico que mediará entre nuestra época actual y el momento de aquel bombardeo.
Por eso no es posible satisfacer a los que ansiosamente piden que el Apra sea ya una definición, una realización, una cosa hecha, acabada, burilada y perfecta, con tradición y con victorias. Ese afán actualista, ese violento anhelo de ver todo hecho cumplido y terminado es forma subconciente de individualismo.
El hombre quisiera ver en su mísero tiempo de vida todo lo que el futuro reserva en el misterio de sus sorpresas. Cuando no ve las obras terminadas o no puede verlas, se resuelve indignado y vocifera y afirma que los que construyen así, adaptándose al ritmo de la realidad están equivocados y son malos constructores. Pero los movimientos sociales no son hechos para la satisfacción de los individuos sino para el proceso de la lucha de clases, que existe desde hace miles de años y en el cual han caído miles de millones de hombres.
La eternidad del marxismo está en eso. En que no es una teoría cerrada, con capiteles y cornisas, con visillos, bordados y ventanitas primorosas. El marxismo es como un camino abierto. Marx no vio la edad imperialista del capitalismo y quien la analizó y la percibió, apreciando sus leyes y descubriendo su proceso complicado y vasto, fue marxista. Tampoco ahí se cerró el marxismo. Queda abierto.
La lucha entre el capital y el trabajo asume nuevas fases, adopta nuevas formas. El imperialismo llena un proceso histórico nuevo y largo. El Imperialismo en Alemania no es el imperialismo en América Latina. Ni el de ésta el de Asia. Hay una ley común pero varían las intensidades de esa ley. Esas variantes encierran subvariantes y forman grandes complejos. Descubrirlas, formular sus leyes, acometer la resolución del nuevo problema es doble trabajo científico: político y económico.
En la variante latinoamericana, el Apra ha querido abrir ese camino. Por eso el Apra es marxista, porque es realista, porque admite la negación de la negación y sabe que todos esos conceptos no son palabras huecas.
Malgre tout, la formación de la mente aprista supone un proceso y un proceso profundo. Estamos en él. Las resistencias interiores, los intentos cumplidos, las deducciones precipitadas, los confusionismos son síntomas de ese proceso. En el fondo, la mente aprista se forma y se perfila. Nos ayuda en ello- negación de la negación- el propio imperialismo cuando descubre en el Apra su mayor enemigo.
Sin embargo,, la lucha por encontrar nuestra propia realidad entraña una serie de otras manifestaciones de la realidad misma con que actuamos para hallar la mayor. Una de estas formas de realidad es el personalismo. Muchos compañeros han incurrido en faltas necesarias. Han confundido el Apra con mi nombre. Proyectando su propio individualismo y su propio personalismo en nuestro Partido han luchado contra mi persona ignorando que luchaban contra su propia sombra.
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